La transformación que está teniendo lugar en el seno de la Administración Pública está llevando a que todos sus servicios sean accesibles a través de diferentes canales y dispositivos, pero la esencia del cambio es el reto de transformar la forma de trabajar, el entorno y la gestión de las personas.
Al igual que cualquier otra organización, la Administración Pública ha de realizar un importante esfuerzo para adoptar metodologías ágiles de trabajo. Este tipo de metodologías ya están teniendo un excelente resultado en otros muchos sectores. Aunque cada año se van dando pasos hacia una transformación real, el reto al que se enfrenta en la actualidad es crucial.
Las estructuras clásicas ya no sirven. La administración requiere de una adaptación y de agilidad para afrontar cualquier tipo de cambio que pueda surgir. Los marcos de trabajo Agile permiten que los profesionales puedan transformar la forma en la que se relacionan y en la que ejecutan los procesos. El funcionario ha de ser, sin ningún género de dudas, el protagonista que genere una red de interacciones rápidas y efectivas garantizando procesos organizativos. Si somos capaces de humanizar los procesos en la propia administración, seremos capaces de humanizar su relación con la ciudadanía.
No es una simple premisa. Se trata de aportar y practicar la flexibilidad y la adaptabilidad a cualquier situación. Hay que conocer a las personas para reconocer su trabajo y esfuerzo, siempre fomentando el trabajo en equipo y la transparencia entre departamentos para que la colaboración permita abrir la puerta de la productividad.
Un Mindset Agile permitiría a los empleados públicos conocer y entender nuevas herramientas hasta hacer de ellas una extensión de su labor. Esta interiorización sólo puede conseguirse de manera gradual, haciendo especial hincapié en la comunicación y siempre acompañada de formación. El acompañamiento es fundamental para que las personas puedan asimilar y poner en práctica lo aprendido. Por eso es fundamental cambiar la figura del jefe por la del líder, alguien capaz de inspirar, entender y empoderar a un equipo en el cambio.
«Siempre se ha hablado de que la Administración necesita ser mucho más digital, pero más allá de la propia inversión en material o herramientas tecnológicas, el foco debería estar puesto en algo mucho más profundo y que es la base del funcionamiento de todo: las personas«, afirma Cristina Bombín, Directora de Negocio de Sector Público en Entelgy. «Las necesidades, la metodología de trabajo, la forma de comunicarte con tus empleados, todo ha cambiado y ha evolucionado y la Administración debe ser consciente de ello para poder realizar una transformación digital completa. Es necesaria una Administración con perfiles profesionales adaptados a la nueva realidad, que permitan evolucionar de una Administración que tramita y ejecuta a un sector público que lidere, planifique, impulse, coordine, colabore y piense estratégicamente.»