FaceApp y las políticas de privacidad opacas
Madrid, 18 de julio de 2019. Estos días hemos sido testigos del claro ejemplo de los problemas que puede ocasionar la falta de información de los usuarios sobre políticas de privacidad, y es que, omitir e ignorar las consecuencias que se pueden generar al entregar de manera “gratuita” nuestros datos personales a terceros, puede repercutir negativamente en nuestra privacidad, perdiendo el control de estos.
Poniéndonos en contexto, FaceApp, una aplicación rusa que puede envejecer una fotografía y que recientemente se ha hecho viral con la ayuda de personajes famosos, fue cuestionada hace dos años por la aplicación de filtros que modificaban el tono de la piel, lo cual dio pie a una discusión por falta de sensibilidad racial. Pues bien, esta semana ha vuelto a estar en el foco de las críticas, esta vez debido al texto de su política de privacidad.
En el clausulado, que además lleva sin actualizarse desde 2017, se establece de una forma algo enrevesada para quien no está acostumbrado a estos términos, que los usuarios otorgan a la aplicación una “licencia permanente, irrevocable, no exclusiva, sin cánones, totalmente pagada y con licencia transferible” para “usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, realizar públicamente y mostrar” los resultados obtenidos. “Cuando publicas o compartes contenido de usuario en nuestros servicios, cualquier información asociada, como el nombre de usuario, ubicación o foto de perfil, serán visibles al público”. Además, «los datos del usuario podrán ser utilizados por terceras empresas afiliadas«. Aquí podéis consultar el texto completo.
Una vez aceptamos esta política de privacidad, concedemos a la app un amplio margen de actuación sobre nuestros datos personales, lo cual puede llegar a ser muy peligroso. Ejemplo de ello y del riesgo que conlleva podría ser, gracias a las posibilidades que hoy en día ofrece la inteligencia artificial, la utilización de las fotografías de los usuarios para estudiar algoritmos de reconocimiento facial.
Es decir, ya no se trata únicamente del valor comercial de estos datos, sino que podrían utilizarse en un futuro para otros fines que ni siquiera hoy en día existen, como realizar un estudio sobre la forma en que envejecemos y, de esta forma, algún tipo de control sobre nosotros o sobre nuestra toma de decisiones.
Como se puede comprobar, algo tan sencillo como utilizar una aplicación para ver cómo podemos envejecer, y que puede hasta parecer un juego, puede comprometer nuestra privacidad. Y para que esto no suceda, hay una serie de consejos para que, como usuario de aplicaciones móviles, aprendas a proteger tus datos:
- Sé consciente de que tus datos personales, aparte de por la salvaguarda de tu derecho a la intimidad, son muy importantes por muchos motivos. Además, son tuyos y tú decides sobre ellos.
- Aunque lleva su tiempo, trata de revisar las políticas de privacidad, en especial los permisos de las aplicaciones que instalas en tu smartphone y Tablet, incidiendo en lo que se refiere a la cesión de tus datos a terceros.
- Es importante que siempre tengas el control sobre tus datos personales. El hecho de subir una fotografía a una red social puede llevar aparejada una serie de consecuencias.
- Desconfía de lo que es gratis. Recuerda que, si no pagas por un producto, el producto eres tú.
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Autora: Laura Burillo Zamora, Consultora de seguridad y protección de datos de Entelgy Innotec Security.
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