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Observabilidad, el oráculo tecnológico de tus aplicaciones

El mundo de las operaciones de TI ha vivido un cambio impresionante durante la última década. La evolución hacia el Cloud, las variaciones de DevOps, la complejidad de las infraestructuras y, por supuesto, de las aplicaciones, requieren una tecnología que pueda anticiparse en tiempo real a cualquier incidencia. En Entelgy tenemos la solución: bienvenidos a la Observabilidad Cloud.

La Observabilidad está siendo la clave del éxito de muchos negocios a día de hoy. Las organizaciones requieren de una solución que permita monitorizar en tiempo real, con absoluta visibilidad, toda la infraestructura tecnológica, las aplicaciones y la experiencia de usuario. La Observabilidad da respuesta a estas necesidades, garantizando el correcto funcionamiento, tanto en incidencias como en rendimiento, de los cada vez más y más complejos entornos.

Las grandes empresas suman un factor adicional, ya que en su estructura han ido construyendo una estructura de enorme complejidad en la que Kubernetes, Serverless y demás pequeñas aplicaciones han compuesto un ecosistema digital inestable que no puede fallar. La Observabilidad es la respuesta óptima para poder mantener el rendimiento: es la base sobre la que se apoya el negocio para mantener el funcionamiento correcto y anticiparse a posibles fallos. La Observabilidad debería ser, en definitiva, una competencia central para cualquier empresa.

Transformación y experiencia digital hoy

En la actualidad vivimos un cambio de paradigma en el que el concepto de transformación digital ha sido superado por las necesidades derivadas de la evolución de los sistemas. El enfoque tradicional se ha visto superado por la necesidad de respuesta en tiempo real. Ahora los entornos híbridos son sometidos a frecuentes cambios de software. Trabajamos en un entorno de herramientas muy fragmentadas que ofrecen ingentes cantidades de datos cruciales. Es fundamental, por el bien del funcionamiento del negocio, que ninguna alerta pase desapercibida. Este desafío exige una respuesta óptima.

Cualquier organización presenta docenas de herramientas para monitorizar diferentes secciones de su infraestructura tecnológica. Tradicionalmente, los equipos componen un conjunto de herramientas no interconectadas para monitorizar los datos provenientes de Infraestructura (proveedores de nube, centros de datos propios, equipos de red, bases de datos), Aplicaciones (cientos de microservicios, funciones sin servidor) y Experiencia digital del cliente (datos de monitorización de usuarios reales, datos de monitorización sintéticos).

Ante esta dispar situación es fácil que la monitorización tradicional se tope con silos de datos, puntos ciegos y, en definitiva, una enorme complejidad estructural. Pero más difícil es aún identificar el origen de un problema que deriva en una cascada de fallos. Las incidencias, en esta situación, pasan a menudo desapercibidas. Y es que la mayoría de herramientas de monitorización no fueron creadas para manejar esta complejidad de componentes, escenarios y, sobre todo, interacciones entre todas las partes implicadas en el proceso de negocio.

Ahora no vale con que el técnico de turno reciba una alerta que le permita acceder a la herramienta para investigar el problema en el panel de control o en los registros del sistema. Este escenario implica una configuración previa de las alertas en función de las cosas que puedan fallar. 

La Inteligencia Artificial que supera la simple monitorización

Tradicionalmente, las herramientas de monitorización funcionan así: el ingeniero recibe una alerta, después accede a la herramienta e interpreta el panel de control o los registros para investigar el problema. El problema de este enfoque es que requiere configurar las alertas de antemano en función de las cosas que pueden fallar. Pero, ¿acaso es posible anticiparse a la ingente cantidad de problemas, incógnitas e incertidumbres que devienen en la complejidad de las infraestructuras actuales? Una importante cantidad de ineficiencias y de errores tienen lugar en partes del sistema en las que no tenemos visibilidad.

La Observabilidad da respuesta a esta necesidad, a un nuevo enfoque de monitorización que permite ver toda la información desde un único punto de vista. La Observabilidad permite, de la misma manera, anticiparse a los problemas que están por acontecer para ofrecer una respuesta inmediata, siempre basada en datos y, por supuesto, siempre en tiempo real. La Observabilidad permite, en definitiva, instrumentalizar todas las aplicaciones de nuestra infraestructura con Inteligencia Artificial para ayudarnos a comprender, optimizar y mejorar el negocio de cualquier compañía.

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