El pasado mes de diciembre, el medio tecnológico especializado Computing publicó una tribuna de Jordi Llobet, Director de Negocio de Process Mining de Entelgy, donde se muestra cómo la Minería de Procesos es capaz de optimizar el funcionamiento de cualquier organización e, incluso, de nuestro planeta gracias a su capacidad de reducción de gases contaminantes.
El pasado año tuvo lugar en Egipto la Conferencia número 27 de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el foro de debate internacional más importante que existe para tratar la crisis medioambiental. De esta conferencia han salido los acuerdos más relevantes en materia de lucha contra la emergencia climática, entre ellos el Acuerdo de París en 2016, compromiso que marca a día de hoy la senda a seguir y los objetivos a alcanzar para Estados, instituciones y empresas de cara a conseguir frenar el impacto del Cambio Climático.
La agenda de estas reuniones es muy completa y busca dar solución al problema desde los distintos ángulos que puedan existir, aunque el foco principal de la lucha está centrado en la reducción de emisiones de CO2. Naciones Unidas es clara en todos sus análisis sobre la situación climática: para evitar que el calentamiento global no supere los 2ºC y la situación se vuelva irreversible, son necesarias reducciones profundas e inmediatas de las emisiones de los gases de efecto invernadero en todos los sectores, tal y como confirmaba el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU. Ante esta situación, es responsabilidad de todos efectuar los cambios que nos ayuden a frenar la catástrofe, y para ello es fundamental también el papel de las empresas y organismos privados.
Concretamente, según un informe de BEREC (Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas por sus siglas en Inglés), el sector de las tecnologías digitales es responsable de entre el 2% y 6% de las emisiones de gases de efecto invernadero y se espera que, si la situación se mantiene sin cambios, esta cifra alce el 14% en 2040 con el auge y desarrollo de tecnologías como blockchain, el Internet de las Cosas (IoT), el machine learning o el big data.
Este mismo estudio destaca los beneficios de la transformación digital para la reducción del impacto ambiental como herramientas primordiales para alcanzar los objetivos de sostenibilidad Si bien una parte importante del problema pasa por la evaluación de nuestras fuentes de energía, no es esta la única actividad en la que las empresas deben poner el foco, pues aunque casi todas las industrias han comenzado a mejorar en materia de sostenibilidad, aún queda trabajo por hacer y para ello es necesario aplicar mejoras que apunten directamente hacia la eficiencia de los procesos.
En este sentido, las empresas se encuentran actualmente frente el reto de conseguir establecer estrategia de sostenibilidad y gestión de emisiones, una tarea ante la que se encuentran con la complejidad que supone identificar, calcular y adaptar la huella de carbono de aquellos procesos que impactan las emisiones de gases de la compañía, pues parece difícil poder hacer esta medición desde el punto operacional. Sin embargo, algunas compañías en Japón e India ya están comenzando a aplicar soluciones de Minería de Procesos como herramienta de medición y gestión de emisiones de CO2 gracias a Celonis.
La Minería de Procesos es una tecnología que nos permite descubrir, optimizar y automatizar procesos a partir de los datos que se obtienen del mismo funcionamiento de los procesos de negocio de la compañía y se analizan en tiempo real, haciendo uso para ello del análisis de datos y de la inteligencia artificial. Podemos medir con datos concretos y fiables la huella de carbono que emite una actividad concreta o un conjunto de actividades dentro de un proceso y fácilmente proponer cambios concretos en esas actividades para reducir el impacto sobre el medioambiente. Es decir, gracias a la Minería de Procesos, la estrategia de gestión de las emisiones puede basarse en datos reales, recopilados dentro la misma compañía, dejando atrás modelos basados en estimaciones. De esta manera, las empresas adquieren una capacidad que antes nunca vista de cuantificar su huella de carbono y establecer un punto de partida y unos objetivos reales y medibles.
Esto no trata simplemente de establecer una estrategia de gestión de sus emisiones para ser una compañía más responsable con el medio ambiente más allá de reciclar y evitar el uso innecesario de papel en sus oficinas, sino que gestionar la huella de carbono a través del análisis con datos de los procesos empresariales tiene un impacto positivo para las organizaciones. Se trata de medir el mejor indicador del grado de ecoeficiencia de una compañía y permite además corregir ineficiencias que consiguen ahorros en costes y ayuda a la empresa a cumplir con la legislación medioambiental, que en los próximos años veremos como se vuelve mucho más dura e implanta cuantiosas sanciones económicas en función del nivel de emisiones.
En los últimos años hemos visto cómo las empresas han iniciado y continúan implementando procesos de digitalización con objetivos económicos y de eficiencia, y siendo conscientes del valor social de la transformación digital podemos medir y corregir el impacto de nuestros procesos en el medioambiente haciéndolos más sostenibles. Poco a poco, veremos cómo se convertirá en una responsabilidad moral de las corporaciones el aplicar tecnologías que reduzcan sus emisiones y ayuden a alcanzar el compromiso de la neutralidad climática. Este compromiso es también una oportunidad para las empresas de optimización, volumen y resultados de negocio. Process Mining es la siguiente revolución, la próxima gran tecnología disruptiva que cambiará la manera de trabajar de las empresas para convertirlas en organizaciones más eficientes, más sostenibles y más responsables con el medio ambiente.
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