La pandemia ha empujado a las empresas a la digitalización. El esfuerzo realizado en tan poco tiempo por tantas organizaciones ha generado, en muchos casos, importantes errores que alejan su capacidad de una digitalización sana y completa.
La vertiginosa reacción que muchas compañías tuvieron al comienzo de la pandemia demostró la importancia de adaptarse al nuevo momento. Pero el impulso inicial no se ha visto, en muchos casos, refrendado por la continuidad y muchas veces el impulso ha cedido ante la apuesta inicial.
La realidad es que este tipo de procesos son realmente complejos. En Entelgy hemos identificado los errores recurrentes en la transformación digital de las empresas:
Plantear un proceso poco ambicioso
La transformación digital no debe tratar simplemente de convertir en digital todo aquello que ya existía en el negocio, que es uno de los errores más habituales, sino ir más allá y transformar también el modelo de negocio al completo.
Cada tipo de compañía tiene una necesidad que la digitalización puede abordar de una manera distinta. Por eso, las empresas deben evitar instaurar soluciones generalistas y hacer un análisis profundo sobre cómo transformar el negocio para aprovechar las oportunidades que la digitalización nos brinda y utilizar la tecnología como herramienta para conseguir beneficios a largo plazo.
Apoyarse sólo en perfiles tecnológicos
La digitalización parte de la tecnología, pero tiene que abarcar todo: cultura, procesos y, sobre todo talento, que va a ser el motor del cambio. Por ello, hay que tener en cuenta el grado de madurez digital de los trabajadores y formarles si es necesario para que ellos también sean capaces de seguir el ritmo de la digitalización.
Es fundamental que, a la vez que se desarrolla la transformación, acompañemos a los empleados. No es solo cuestión de reforzar los equipos con nuevos perfiles TIC, sino formar y acompañar a los que ya tenemos para llevar a nuestra plantilla a su máximo potencial.
Ignorar la ciberseguridad
Cuando una organización transforma sus procesos para hacerlos más digitales, por ejemplo al implantar una dinámica alojada en la nube, debe tener en cuenta también la ciberseguridad. Es necesario proteger el entorno digital que estamos creando, ya que los ciberdelincuentes aprovechan cualquier resquicio o brecha para atacar.
Las compañías caen en el error de pensar que los ataques llegan a través de los puestos más altos de la organización, que son los que manejan una información más sensible, pero todo empleado es vulnerable. De hecho, el factor humano es el primer desencadenante de un ciberataque. Por eso, la digitalización debe acompañarse de un esfuerzo global en ciberseguridad y, sobre todo, concienciación de toda la plantilla ante posibles ataques.
No exprimir el potencial del análisis de datos
Al digitalizar tantos procesos, las empresas obtienen una enorme cantidad de información muy valiosa para el desarrollo del negocio. Sin embargo, estas no suelen aprovechar para analizarlos, algo que puede resultar muy beneficioso porque ofrece información sobre los clientes, el correcto funcionamiento del negocio en tiempo real y cómo actuar en cada momento para ser mucho más eficientes, y por tanto, más competitivos.