Descubre qué nos cuenta nuestro compañero
en este nuevo post de Entelgy x Mundo.
Mi experiencia en el extranjero por motivos de trabajo con Entelgy han sido visitas comerciales relacionadas con la Unión Europea.
Uno de mis primeros viajes fue a Helsinki.
Junto con Manu Márquez hicimos una visita a la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas. Nunca había viajado tan al norte.Uno de mis primeros viajes fue a Helsinki.
Hicimos escala en el aeropuerto de Munich y allí cenamos temprano ya que nuestra conexión con Helsinki era tarde y dados los horarios de comida fuera de España, lo más seguro era que no fuéramos a encontrar nada abierto para cenar.
En Munich rumbo a Helsinki
Por supuesto, cenamos la típica “Kartoffelsalat und Bratwurst” (ensalada de patatas con salchicha), acompañada como no podía faltar, de la cerveza alemana tradicional.
En el viaje hacia Helsinki me tocó de compañero de asiento un señor griego que me contó buena parte de su vida en un inglés con un acento muy peculiar. El hombre no paró de hablar en todo el viaje. Lo que más me llamó la atención de la conversación fue que él ¡se había jubilado a los 48 años!
Este mismo señor, amablemente, al llegar al aeropuerto nos indicó donde tomar el taxi. Llegamos a la parada y, a la cabeza de la fila, estaba un coche súper moderno y comenté “¿¿Esto es un taxi??”. Era un coche eléctrico que no hacía nada de ruido. Manu me dijo: “Creo que es un Tesla…”, el salpicadero más de coche parecía ¡el tablero de una nave espacial!
Llegamos al hotel casi a la 1:30 a.m. (el avión había salido con retraso, ¡menos mal que nos dio por cenar en Munich!).
Al día siguiente, fuimos primero al edificio donde íbamos a tener la reunión, para asegurarnos bien dónde estaba y no perdernos a la hora de ir (algo muy aconsejable hacer siempre).
Anduvimos por los alrededores (todo nevado pues era invierno) y nos metimos en un bar para preparar un poco la reunión y entrar en calor pues hacía frío (entre 0º C y 4º C). En Helsinki, todos los bares y cafés tienen una decoración tan cálida y tan acogedora en plan madera, que dan ganas de quedarse de tertulia muchas horas. Eran las 11 a.m. y algunos ¡ya estaban comiendo!
Cerca de la Agencia que visitamos hay un bar llamado “Los Cojones”, al que no pudimos entrar porque solo abre de tarde y justo salir de la reunión nos teníamos que ir al aeropuerto para nuestro viaje de vuelta.
Helsinki – Bar ¡Los Cojones!
Salimos de la reunión y tomamos un taxi para volver al aeropuerto y esta vez nos tocó un coche más “normal”.
Cuando ya estábamos en la puerta de embarque de repente supimos que nuestro vuelo se cancelaba. No solo era nuestro vuelo el cancelado, lo eran prácticamente todos ya que había una tormenta en el mar Báltico que desaconsejaba volar. Aproveché para comprarme una taza que pone “Finland” y algún recuerdo para mis hijos.
¡Gracias Tomás, un viaje rápido pero muy interesante!
¿A dónde nos llevará el siguiente viaje de Entelgy x M?
Os invitamos a enviarnos vuestras andanzas por el mundo y compartirlas en nuestro blog corporativo.
Otros compañeros-viajeros, en nuestro blog:
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Mi experiencia en el extranjero por motivos de trabajo con Entelgy han sido visitas comerciales relacionadas con la Unión Europea.
Uno de mis primeros viajes fue a Helsinki.
Junto con Manu Márquez hicimos una visita a la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas. Nunca había viajado tan al norte.Uno de mis primeros viajes fue a Helsinki.
En Munich rumbo a Helsinki
Por supuesto, cenamos la típica “Kartoffelsalat und Bratwurst” (ensalada de patatas con salchicha), acompañada como no podía faltar, de la cerveza alemana tradicional.
En el viaje hacia Helsinki me tocó de compañero de asiento un señor griego que me contó buena parte de su vida en un inglés con un acento muy peculiar. El hombre no paró de hablar en todo el viaje. Lo que más me llamó la atención de la conversación fue que él ¡se había jubilado a los 48 años!
Llegamos al hotel casi a la 1:30 a.m. (el avión había salido con retraso, ¡menos mal que nos dio por cenar en Munich!).
Al día siguiente, fuimos primero al edificio donde íbamos a tener la reunión, para asegurarnos bien dónde estaba y no perdernos a la hora de ir (algo muy aconsejable hacer siempre).
Anduvimos por los alrededores (todo nevado pues era invierno) y nos metimos en un bar para preparar un poco la reunión y entrar en calor pues hacía frío (entre 0º C y 4º C). En Helsinki, todos los bares y cafés tienen una decoración tan cálida y tan acogedora en plan madera, que dan ganas de quedarse de tertulia muchas horas. Eran las 11 a.m. y algunos ¡ya estaban comiendo!
Cerca de la Agencia que visitamos hay un bar llamado “Los Cojones”, al que no pudimos entrar porque solo abre de tarde y justo salir de la reunión nos teníamos que ir al aeropuerto para nuestro viaje de vuelta.
Helsinki – Bar ¡Los Cojones!
Salimos de la reunión y tomamos un taxi para volver al aeropuerto y esta vez nos tocó un coche más “normal”.
Cuando ya estábamos en la puerta de embarque de repente supimos que nuestro vuelo se cancelaba. No solo era nuestro vuelo el cancelado, lo eran prácticamente todos ya que había una tormenta en el mar Báltico que desaconsejaba volar. Aproveché para comprarme una taza que pone “Finland” y algún recuerdo para mis hijos.
¡Gracias Tomás, un viaje rápido pero muy interesante!
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