Todos sabemos que Entelgy no es una empresa al uso. En su afán de hacer del mundo un lugar mejor, el área de People pone a disposiciĂłn de todos los profesionales un montĂłn de iniciativas para que se sientan como en casa. Pero aĂşn hay más: los propios profesionales tambiĂ©n aprovechan estas iniciativas para ayudar a los más necesitados. Esta es la historia de MarĂa y Manolo, un ejemplo de nuevas oportunidades, cariño y solidaridad. Esto es Social Entelgy.
Social Entelgy lleva años trabajando para poder llevar la solidaridad de nuestros profesionales a los más necesitados. Con las acciones que con tanta generosidad coordina Jessica Francisco, de People Entelgy, hemos conseguido arrancar sonrisas infinitas de los más pequeños con las campañas de donaciĂłn de juguetes, hemos llevado alimentos y objetos de primera necesidad a los damnificados por la guerra de Ucrania asĂ como a las personas que se han obligado a acudir al Banco de Alimentos. Los profesionales de Entelgy han ofrecido su sangre en las campañas de donaciĂłn de la Cruz Roja; con su ropa y material escolar, han conseguido que los más pequeños puedan comenzar sus primeros dĂas de clase sin que nada les falte.
Pero hay personas que han conseguido dar aĂşn más. Hay profesionales de Entelgy que son capaces de bañar con su luz a aquellas personas que se han visto relegadas a la oscuridad. Esta es la historia de MarĂa AzcĂłn, Assistant de Entelgy, que, sin dudarlo, ha regalado su tiempo, su cariño y su dedicaciĂłn, abriendo las puertas de su hogar a Manolo, un participante de la “AsociaciĂłn Grandes Amigos” que, gracias a nuestra compañera, ha recuperado las ganas de vivir. MarĂa ha sido capaz de regalar el bien más valioso del mundo: la esperanza. AĂşn asĂ, ella insiste en que ha sido al revĂ©s, que ella ha obtenido mucho más: “Cuando uno se embarca en un proyecto asĂ, recibe mucho más de lo que da”.
CuĂ©ntanos, MarĂa: ÂżCĂłmo entraste en contacto con esta iniciativa de Social Entelgy?
Me enterĂ© de la existencia de Grandes Amigos a travĂ©s de un correo que enviĂł el departamento de People/Social Entelgy, con la campaña “Acompañamiento a mayores”. En seguida llamĂł mi atenciĂłn, ya que siempre me ha gustado mucho la conversaciĂłn con los mayores: escucharlos, saber de sus vidas; me gusta saber cĂłmo eran las cosas cuando ellos eran jĂłvenes, a quĂ© experiencias tuvieron que enfrentarse. No sé… ¡Me da paz hablar con ellos! Tienen esa sabidurĂa especial que sĂłlo la da el hecho de haber vivido muchos años.
¿Cómo funciona el proceso de acompañar a un mayor?
El proceso es muy sencillo; me puse en contacto con la AsociaciĂłn Grandes Amigos, me explicaron en quĂ© consistĂa este voluntariado. DespuĂ©s me hicieron un par de entrevistas, me dieron una pequeña formaciĂłn y me propusieron una persona a la que acompañar.
Mi primera intenciĂłn fue realizar un acompañamiento presencial. Es decir, compartir tiempo fĂsico con algĂşn mayor que estuviera en situaciĂłn de soledad no deseada, pero no habĂa nada cerca de donde vivo y tampoco era fácil gestionar que la AsociaciĂłn diera soporte en mi zona, por lo que finalmente optĂ© por un acompañamiento telefĂłnico.
Me ofrecieron la oportunidad de hablar con Manolo, una persona de 75 años, pero con una salud bastante precaria y en estado depresivo. Manolo se habĂa quedado viudo recientemente y no tenĂa familia. HabĂa perdido la ilusiĂłn por vivir.
¿Qué sentiste en un primer momento? ¿Cómo se rompe el hielo del desconocimiento?
Al principio te surgen mil dudas; sabrĂ© estar a la altura, habrá feeling, de quĂ© vamos a hablar, etc. Pero la realidad, al menos en mi caso, fue mucho más sencilla. Son personas que lo Ăşnico que necesitan es que alguien les dedique un poco de tiempo y las escuche. Las conversaciones, lejos de los 20/30 minutos que sugerĂa la AsociaciĂłn, pasaron a ser de hora o más. Desde el primer momento fueron saliendo de manera natural todos los temas; la familia, el trabajo, la infancia, las alegrĂas, los pesares… ¡La vida misma! Fue facilĂsimo y muy gratificante.
Tras esa conexión inicial, debió ser fácil conocerse en persona, ¿no?
Apenas llevábamos un mes hablando cuando Manolo propuso que nos conociĂ©ramos. En principio, en el acompañamiento telefĂłnico no están contempladas visitas, pero ÂżcĂłmo no ir? Fui a verlo y nos pasamos una tarde entera pisándonos las palabras el uno al otro. Manolo estaba feliz y, por supuesto, yo tambiĂ©n Era tan bonito verlo asĂ, tan ilusionado. En cuanto surgiĂł la oportunidad, lo conocieron tambiĂ©n mis hijos, despuĂ©s mis padres, mis hermanos. Ahora Manolo forma parte ya de mi familia.
ÂżCĂłmo empezĂł Manolo a formar parte de tu familia, MarĂa?
Fuimos a pasar con Ă©l el dĂa de su cumpleaños, a celebrar la navidad, los Reyes, a tomar torrijas en Semana Santa… Yo intento ir a verlo al menos, una vez al mes, y mis hijos cada vez que vienen a Madrid van a verlo tambiĂ©n. En una ocasiĂłn estuvo en casa pasando el fin de semana con nosotros y ya tenemos previstas mil cosas para hacer, mil visitas y algĂşn que otro viaje.Â
¿Cómo está viviendo Manolo este precioso giro de su vida?
Lo mejor de todo es que hasta la salud de Manolo ha mejorado. Tiene una enfermedad irreversible, pero los Ăşltimos estudios demuestran que se ha ralentizado. Los mĂ©dicos están gratamente sorprendidos. Manolo siente que ahora forma parte de una familia y eso le ha devuelto las ganas de vivir. ¡No os imagináis lo gratificante que es! Parece un tĂłpico, pero no lo es; cuando uno se embarca en un proyecto asĂ, recibe mucho más de lo que da. ¡Esto sĂ que es un win-win de verdad!
La única pena; que vivamos tan lejos y no nos podamos ver más. Lo que comienza siendo un compromiso, muy pronto se convierte en un disfrute y en una gran satisfacción.
Sólo tengo palabras de agradecimiento a Entelgy por ofrecernos a colaborar en campañas tan maravillosas como esta!