¿Quieres saber qué nos cuenta nuestro compañero-viajero? Sigue leyendo a Iván Jiménez en Alemania, Argentina, Chile, Perú…
En un Beergarden en Munich
Mi vida ha sido como yo he querido que fuera. Allá por el 1998 yo era joven y mi mundo era muy pequeño. No ansiaba conocer más, pero la necesidad de aprender inglés, y cambios repentinos que se produjeron en mi vida, me hicieron tomar la decisión de viajar a Inglaterra en un momento en que aún no era tan común hacerlo. Esa decisión cambió mi vida.
En Inglaterra conocí muchos amigos de diferentes nacionalidades que abrieron mi mente. Surgieron en mí deseos de viajar y conocer aquellos lugares a donde pertenecían dichas personas.
Al final del 1998, cuando ansiaba recorrer mundo, tuve que regresar a España a cumplir el servicio militar. Mientras lo cumplía no paraba de escribirme con amigos (cartas de papel, ¡si! aún se usaban) y soñar con visitar países juntos. Unos meses antes de terminar el servicio militar me surgió la oportunidad de un trabajo que me prometía viajar mientras trabajaba. Tras mucho pensarlo acepté el trabajo bajo la premisa de poder seguir viajando.
De este modo llegué a una pequeña empresa de origen alemán que se dedicaba a la gestión documental y que se encargaba de España, Portugal y sudamérica. Hasta llegar a DCL (Grupo Entelgy), pasé por alguna empresa más, todas ellas con proyectos internacionales que me permitían seguir viajando.
Debido a mi trabajo en DCL (Grupo Entelgy) he tenido que viajar por muchos países europeos: Portugal, Italia, Suiza, Alemania (donde llegué a vivir tres meses), Dinamarca, Suecia y Finlandia.
En el cono sur americano he tenido que ir a Argentina, Perú, Chile y Brasil. La duración de los viajes, en mi caso, no han sido muy grandes, 1 o 2 semanas, con la excepción de Munich que duró 3 meses.
En Santiago de Chile al poco tiempo de rescatar a los mineros en el 2010
Tener la posibilidad de descubrir diferentes ciudades y gentes ha sido algo que siempre me ha gustado. Conocer las costumbres, conocer sus sociedades diferentes a la nuestra me ha hecho siempre buscar lo mejor de cada lugar.
Es cierto que estar separado de la familia no es agradable. Como tampoco lo es vivir una semana en un hotel, pero estas oportunidades son únicas y hay que aprovecharlas. ¿Viajar? Claro, ¿cuándo nos vamos? Pese al trabajo, siempre habrá un hueco para visitar cosas, probar nuevas comidas y conocer nuevas personas.
Personalmente me gusta más cuando el cliente está en un país lejano y entre medias hay un fin de semana libre. Aprovecho ese fin de semana para hacer alguna visita.
En Argentina pude visitar las cataratas de Iguazú, en Brasil estuve en Santos y en Alemania pude visitar muchas ciudades y países aledaños.
En las cataratas de Iguazú
Hay veces que pese a ser un país lejano e interesante hay que trabajar en un lugar aislado.
En Perú tuve que trabajar una semana en el complejo de la Merchorita, una instalación de gasificación en medio del desierto.
Yo le llamaba el “área 51 peruano”
Hoy en día las cosas han cambiado un poco. Los clientes quieren ahorrar costes, se trabaja principalmente en remoto y rara vez en el cliente. Realmente esto le ha venido muy bien a mi reciente paternidad.
Aun así, no dejo de soñar nuevos viajes, y un par de veces al año realizo alguno por con mi familia fuera del país. A mi hijo, de solo 10 meses, ya le estoy inculcando ese espíritu viajero, y aunque tan pequeño ya nos acompaña en nuestros viajes.
Monte Fuji
¡Gracias Iván por compartir tus experiencias con nosotros y GO FOR IT!
¡Ya estamos preparando el siguiente viaje de Entelgy x M!
Os invitamos a enviarnos vuestras andanzas por el mundo y compartirlas en nuestro blog corporativo.
Otros compañeros-viajeros, en nuestro blog:
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En un Beergarden en Munich
Mi vida ha sido como yo he querido que fuera. Allá por el 1998 yo era joven y mi mundo era muy pequeño. No ansiaba conocer más, pero la necesidad de aprender inglés, y cambios repentinos que se produjeron en mi vida, me hicieron tomar la decisión de viajar a Inglaterra en un momento en que aún no era tan común hacerlo. Esa decisión cambió mi vida.
En Inglaterra conocí muchos amigos de diferentes nacionalidades que abrieron mi mente. Surgieron en mí deseos de viajar y conocer aquellos lugares a donde pertenecían dichas personas.
Al final del 1998, cuando ansiaba recorrer mundo, tuve que regresar a España a cumplir el servicio militar. Mientras lo cumplía no paraba de escribirme con amigos (cartas de papel, ¡si! aún se usaban) y soñar con visitar países juntos. Unos meses antes de terminar el servicio militar me surgió la oportunidad de un trabajo que me prometía viajar mientras trabajaba. Tras mucho pensarlo acepté el trabajo bajo la premisa de poder seguir viajando.
De este modo llegué a una pequeña empresa de origen alemán que se dedicaba a la gestión documental y que se encargaba de España, Portugal y sudamérica. Hasta llegar a DCL (Grupo Entelgy), pasé por alguna empresa más, todas ellas con proyectos internacionales que me permitían seguir viajando.
Debido a mi trabajo en DCL (Grupo Entelgy) he tenido que viajar por muchos países europeos: Portugal, Italia, Suiza, Alemania (donde llegué a vivir tres meses), Dinamarca, Suecia y Finlandia.
En el cono sur americano he tenido que ir a Argentina, Perú, Chile y Brasil. La duración de los viajes, en mi caso, no han sido muy grandes, 1 o 2 semanas, con la excepción de Munich que duró 3 meses.
En Santiago de Chile al poco tiempo de rescatar a los mineros en el 2010
Tener la posibilidad de descubrir diferentes ciudades y gentes ha sido algo que siempre me ha gustado. Conocer las costumbres, conocer sus sociedades diferentes a la nuestra me ha hecho siempre buscar lo mejor de cada lugar.
Es cierto que estar separado de la familia no es agradable. Como tampoco lo es vivir una semana en un hotel, pero estas oportunidades son únicas y hay que aprovecharlas. ¿Viajar? Claro, ¿cuándo nos vamos? Pese al trabajo, siempre habrá un hueco para visitar cosas, probar nuevas comidas y conocer nuevas personas.
Personalmente me gusta más cuando el cliente está en un país lejano y entre medias hay un fin de semana libre. Aprovecho ese fin de semana para hacer alguna visita.
En Argentina pude visitar las cataratas de Iguazú, en Brasil estuve en Santos y en Alemania pude visitar muchas ciudades y países aledaños.
En las cataratas de Iguazú
Hay veces que pese a ser un país lejano e interesante hay que trabajar en un lugar aislado.
En Perú tuve que trabajar una semana en el complejo de la Merchorita, una instalación de gasificación en medio del desierto.
Yo le llamaba el “área 51 peruano”
Hoy en día las cosas han cambiado un poco. Los clientes quieren ahorrar costes, se trabaja principalmente en remoto y rara vez en el cliente. Realmente esto le ha venido muy bien a mi reciente paternidad.
Aun así, no dejo de soñar nuevos viajes, y un par de veces al año realizo alguno por con mi familia fuera del país. A mi hijo, de solo 10 meses, ya le estoy inculcando ese espíritu viajero, y aunque tan pequeño ya nos acompaña en nuestros viajes.
Monte Fuji
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